Ansiedad lingüística.
“I had a sip of liquid courage”, dice la letra de la canción de Eric Bellinger, en este vídeo que interpreta con Victoria Monet.
Quién no necesita a veces un chupito de coraje.
¿Es el alcohol coraje líquido?
Me recuerda a esas películas donde el protagonista se toma de un sorbo una copa y ¡ahí que va! Lo que viene a ser ¡Valor y al toro!
Como cuando era joven (más) y parecía que si bebías era más fácil entablar conversación en un entorno lúdico-social. Seguro que no sabes de qué hablo ¿verdad? 😊
Por supuesto, sin hacer apología del consumo de bebidas alcohólicas, a una conclusión similar ha llegado un estudio respecto a los efectos que un leve consumo de alcohol tiene sobre las habilidades en un idioma extranjero.
ÍNDICE
- IDIOMAS Y ALCOHOL
- Estudio
- Ansiedad lingüística
- CLAVES PARA CONSEGUIR MISMO EFECTO
- Anclas
- Enfoque
- Resultados
- Aprendizaje
- Diversión
1. IDIOMAS Y ALCOHOL
Estudio
¿Es verdad que beber alcohol ayuda a hablar mejor un idioma?
Según el estudio publicado en el Journal of Psychopharmacology, investigadores de la University of Liverpool, Maastricht University y el King’s College London, un leve consumo de alcohol aumenta la habilidad de hablar un segundo idioma.
Este estudio se realizó con 50 estudiantes de habla alemana que habían aprendido recientemente holandés. De forma aleatoria, la mitad tomó una consumición sin alcohol y la otra, con. El equivalente a una pinta de cerveza, en función del peso corporal de cada uno.
Tras la ingesta, se les invitó a participar en un debate que se grabó para que dos nativos holandeses evaluaran el nivel de los participantes. Los que habían consumido alcohol obtuvieron los mejores resultados, sobre todo en pronunciación.
Según los investigadores, con toda la cautela posible sobre los resultados, como bien indica la doctora Jessica Werhtmann, “uno de los motivos de la mejora podría ser por el efecto reductor de la ansiedad que tiene el alcohol”.
Ansiedad lingüística
Como comentaba en esta otra entrada del blog, “Cambia tu enfoque para vivir los idiomas EN POSITIVO en 3 pasos”, la ansiedad lingüística es un concepto acuñado por Horwith, Horwith and Cope (1986).
Se refiere al bloqueo que se da en clase por el proceso mismo de aprender un idioma, resultado del autoconcepto, creencias, sentimientos y comportamientos del estudiante.
Al usar un idioma que no es el propio, uno se puede sentir expuesto a hacer el ridículo, a cometer errores. Incluso a dudar de sí mismo y creerse que va a ser juzgado.
En definitiva, se genera un estrés (ansiedad lingüística) que, según el estudio, se puede paliar con la desinhibición que el consumo de alcohol conlleva. Al estimular la actividad de dopamina en nuestro cerebro, se regulan las sensaciones de bienestar.
La cuestión es: ¿cómo podemos conseguir los mismos resultados sin necesidad de acudir al alcohol?

2. CLAVES PARA CONSEGUIR EL MISMO EFECTO
Sin lugar a duda, trabajar la confianza en uno mismo es LA CLAVE. No voy a entrar a hablar sobre cómo puedes mejorar la confianza en ti en este artículo. Hay muy buenos artículos en Internet e infinita bibliografía al respecto. Me guardo el comodín para más adelante.
Me gustaría centrarme en dos herramientas que pueden ayudarte a controlar el estrés o ansiedad que el uso de otro idioma pueda generarte.
Anclas
¿Sabes cuando hueles un perfume y te traslada a un momento concreto? A veces no recuerdas qué o quién, pero sí la sensación.
O cuando dejas de comer algo porque una vez te sentó mal y, solo pensarlo, se despierta el malestar en el cuerpo. A mí me pasó durante años con el kiwi.
Todos tenemos anclas. Pueden ser auditivas, visuales, olfativas, gustativas o cinestésica. Pueden ser agradables o no.
¿Puedes identificar qué anclas tienes tú? ¿Cómo se han creado?
Como has podido ver, un ancla o anclaje (no nos pondremos puristas aquí en cuanto a terminología de PNL) es asociar un estímulo a una respuesta.
En PNL, se aprende cómo puedes generarte un estado emocional o recurso gracias a un ancla.
Los estados emocionales, aunque pueda sonar utópico, están bajo nuestro control. Es más, de manera consciente debemos parar y preparar nuestro estado emocional para alcanzar nuestra mejor versión en las diferentes situaciones que vivimos.
¿Qué te parecería poder activar un estado de tranquilidad o confianza cuando tienes que usar otro idioma y sientes los efectos de la ansiedad lingüística?
No. No es una prueba de nivel. Es una nueva oportunidad para medir cuánto aprovechas tus conocimientos y CONSEGUIR TUS METAS PROFESIONALES de una vez por todas.
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Cómo puedes crear un ancla.
En este vídeo de Xavier Pirla (Talent Institut) puedes ver cómo generar anclas y algunos ejemplos concretos de su uso.
Como bien dice Xavier Pirla en el vídeo, las anclas no son la panacea ni funcionan siempre, puesto que puede haber creencias, estrategias mentales o bloqueos que lo impiden al entrar en conflicto.
Lo interesante de esta técnica es que:
- Te permite tener el control de tu estado de ánimo. Tú decides cómo quieres estar. Dejas de vivir en automático. No es fácil, ni mucho menos. Sin embargo, es muy liberador.
- Puedes cuestionar si la respuesta que tienes de forma reiterada ante una situación es un ancla. Es decir, si cada vez que hablas en inglés te pones nervioso, ¿hasta qué punto es un estímulo-respuesta aprendido?
En mi caso, ante un nuevo desafío, siempre recurro a la fuerza y seguridad que me dio impartir unas clases de un tema que apenas conocía cuando tenía unos 25 años. Han pasado unos cuantos años y me sigue funcionado. Si pude hacer aquello y con buenos resultados, puedo hacer cualquier cosa.
Volviendo al ejemplo del kiwi. Puede parecer tonto pero es un ejemplo claro de, por un lado, romper un ancla. Por otro lado, de cambiar una creencia. Un día decidí probar a comer kiwi. Cierto que tuve reparo al primer bocado, pero no pasó nada. Así que el kiwi ha vuelto a mi vida. Seguro que podría haberlo hecho antes. Solo tenía que cuestionarme la creencia.
Y, tú, ¿qué creencia te has cuestionado alguna vez? ¿cuál estás dispuesto a indagar?
Enfoque
“Orientado a resultados” o la versión anglosajona “Goal-oriented”. Cuántas veces habremos visto esta competencia en los anuncios de empleo.
Desde luego, ser una persona que se orienta a la solución y no al problema, resolutiva, proactiva, con iniciativa, creativa, y todos los -iva que quieras, dice mucho y bien de una persona en cuanto a su capacidad de aportar valor a una empresa.
Sin embargo, esta orientación a resultados-resultados-resultados, ¿hasta qué punto pesa en el uso de otro idioma?
¿Qué margen tenemos para enfocarnos en el aprendizaje que cualquier vivencia/experiencia conlleva?
¿En qué grado nos permitimos vivirlo con diversión?
¿Cómo crees que un justo equilibrio entre estos tres elementos podría ayudarte a rebajar el nivel de estrés / ansiedad lingüística ?
- Resultados
- Aprendizaje
- Diversión
Son tres conceptos que, los pongas en el orden que los pongas, se retroalimentan. Lo importante es no supeditarlos. Si solo te diviertes cuando los resultados acompañan, no funciona. Cuando aprendes sin diversión, te estás perdiendo parte del proceso. Aprendes y te diviertes, los resultados acabarán apareciendo.
¿Qué te parecen estas dos herramientas?
La buena noticia es que, como te permiten tomar acción con mayor consciencia / presencia, estás alimentando tu confianza.
Me encantará leer qué te parecen estas herramientas en lugar de una cervecita 😊.
¡Hasta la próxima entrada!
Paloma
Fotografías tomadas de https://pixabay.com/es